Tras sus dos espectaculares primeras temporadas, y un especial navideño absolutamente demencial, Black Mirror estrena su tercera temporada en Netflix, la popular compañía de vídeo bajo demanda que se encargará de ahora en adelante de la producción y distribución de la serie creada por Charlie Brooker. Con un nuevo formato de seis episodios, en lugar de los tres habituales, las expectativas estaban por las nubes ante el regreso de una de las series más influyentes y polémicas de los últimos años. Una vez más Brooker y compañía han logrado superarse, ofreciéndonos una temporada que fácilmente está entre lo mejor del panorama televisivo de este año. A continuación, analizaremos cada uno de los capítulos en profundidad:

Black Mirror 3×01: NOSEDIVE

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Nosedive está dirigido por Joe Wright, conocido entre otras cosas por su sensacional tratamiento del cine de época en películas como Orgullo y Prejuicio (2006) o Expiación. En está ocasión, Wright nos presenta una sociedad futurista en la que nuestras relaciones sociales están condicionadas por las valoraciones digitales que unos nos damos a los otros en función de la satisfacción de nuestras interacciones sociales. A pesar del planteamiento futurista de la historia, Wright no deja de lado su particular estilo, y es que este episodio bebe mucho de la división social en clases que caracterizó las sociedades a lo largo de los pasados siglos.

Con un acercamiento a los personajes más propio de Charlotte Brontë que de la ambientación futurista propia de Black Mirror, Wright crea un sensacional episodio que únicamente adolece de exceso de metraje en un tramo final que perfectamente podría haber sido contado en un par de escenas mucho más contundentes y sorprendentes que el estirado tramo final que peca de ser evidente y repetitivo.

Lo mejor del episodio es sin duda la sublime actuación de Bryce Dallas Howard que nos ofrece uno de sus mejores trabajos hasta la fecha. Su espectacular trabajo físico se ve acompañado en el tramo final de un despliegue actoral digno de una auténtica estrella. El resto de secundarios cumplen su función, pero se ven completamente eclipsados por el trabajo de Dallas Howard.

Black Mirror 3×02: PLAYTEST

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Tras dirigir la fantástica Calle Cloverfield 10 todas las miradas estaban puestas en el joven Dan Trachtenberg y en su particular visual del mundo de los videojuegos. Playtest lleva el mundo de la realidad virtual a un nuevo nivel, cuando una misteriosa compañía de juegos de terror contrata a un joven mochilero para probar una nueva experiencia que promete hacer reales sus pesadillas más ocultas.

En apenas 50 minutos Trachtenberg es capaz de ofrecernos una de las historias más terroríficas del año, y es que el joven director no solo nos regala un par de escenas de terror físico que hacen que aquellos que tengas miedo a las arañas sufran hasta el extremo, sí que no nos ofrece un profundo análisis del terror psicológico, que es explotado hasta el extremo en un tramo final absolutamente demoledor.

Tras un flojo arranque, el capítulo despega hasta alcanzar una última media hora que hará las delicias de los aficionados al terror y al cine de ciencia ficción clásico. Con continuas referencias a Indiana Jones y un monstruo claramente inspirado en La Cosa, Playtest es uno de los episodios más terroríficos de la serie, aunque no por ello la historia pierde su habitual moraleja final en la que se nos deja claro que nuestros miedos más peligrosos no son aquellos que se pueden manifestar de forma física.

El episodio cuenta con una banda sonora absolutamente fantástica. En el lado negativo únicamente cabría destacar la extraña interpretación de Wyatt Russell (Todos Queremos Algo), que por momentos parece no terminar de entender cuál es el estado de su personaje en determinadas situaciones. En definitiva, Playtest confirma a Trachtenberg como uno de los directores más prometedores del panorama cinematográfico actual.

El futuro de Black Mirror no puede ser más prometedor…