Remontémonos a finales del año 1981. Halloween II (aquí ¡Sanguinario!) consigue rascar 26 millones de dólares en la taquilla estadounidense sobre un presupuesto de dos y medio. La Universal y el productor ejecutivo Moustapha Akkad no pueden estar más contentos con el resultado, así que no tardan en surgir las primeras conversaciones sobre una tercera entrega. Para John Carpenter y Debra Hill, el periplo de Michael Myers ha terminado. Sin embargo, la pareja da con un concepto tan estupendo como arriesgado: la franquicia Halloween continuará, pero en lugar de centrarse en Myers, cada película contará una historia sobrenatural ambientada en el día de Todos los Santos.

Y así es como un año después nace Halloween III: El Día de la Bruja, denostada por el público (ahora un clásico de culto) al no seguir el hilo conductor de las dos anteriores. Poco más de 14 millones termina recaudando la cinta de Tommy Lee Wallace, suficiente para que Akkad piense en una cuarta entrega. Cuando Carpenter ve el interés en la resurrección de Michael Myers para potenciar la franquicia, se alía con el escritor Dennis Etchison (autor de las novelizaciones de las tres primeras Halloween y de La Niebla).

Carpenter y Etchison trazan juntos la historia de un Halloween 4 muy distinto al que se estrenó en 1988; en el documental de 2006 Halloween: 25 Years of Terror, Etchison echa la vista atrás:

«Halloween estaba prohibido en Haddonfield y creo que la idea básica era que, si intentas suprimir algo, alimentarás la fuerza de regreso. Al intentar eliminar la memoria de Michael Myers, los adolescentes le devuelven a la vida».

Etchison, ilusionado con el proyecto, recibió al poco tiempo malas noticias de Carpenter y de Hill: los derechos de Halloween habían sido vendidos y su guión (inédito a día de hoy) no iba a usarse. Por lo visto, Akkad creía que la idea era demasiado «cerebral» y quería a «un asesino de carne y hueso». Quería al Michael Myers clásico de vuelta, no un ente sobrenatural.

Poco más se sabe de esta interesante premisa que acerca la saga a terrenos cercanos a La Niebla o Pesadilla en Elm Street. Akkad poco tardó en encontrar un director (Dwight H. Little, que había dirigido algunos episodios de Las Pesadillas de Freddy) y un guionista (Alan B. McElroy) para dar con Halloween 4: El Regreso de Michael Myers; el resto es historia.