40 años han dado para mucho en una franquicia como Halloween: lejos quedan ya las patadas karatekas de Busta Rhymes, el Culto de Thorn, o ese intento de dejar atrás a Michael Myers en favor del formato antológico (Halloween III: El Día de la Bruja, en su día te dimos cinco razones para amarla). Rob Zombie saludó brevemente al clásico de 1978 en El Origen (2007) y pronto se despegó de él, más aún en la estupenda secuela estrenada dos años después. Y antes de eso, cuando la saga ya contaba con seis películas y Scream era la máxima autoridad en el slasher moderno, tuvimos Halloween H20, prototipo de esta nueva La Noche de Halloween que firma David Gordon Green (Superfumados).
Al igual que en H20, Laurie Strode (alucinante Jamie Lee Curtis) sigue traumatizada tras su encuentro con Michael Myers e intenta proteger a su familia del inevitable regreso del Hombre del Saco con la máscara basada en William Shatner. El rol de Josh Harnett en la cinta de Steve Miner ha mutado en dos personajes femeninos: Karen (Judy Greer) y Allyson (Andi Matichak), hija y nieta respectivamente de la canguro que consiguió sobrevivir. Gordon Green, Danny McBride y Jeff Fradley desarrollan las angustias, terrores y paranoias de este clan, dedicándoles suficiente tiempo para que una vez estalle la tormenta podamos empatizar con él. La lucha contra Myers, adherida al empoderamiento femenino actual, conforma el núcleo del film y brinda algunos de sus mejores momentos.
Quienes esperen una reformulación brutal del concepto original pueden quedar decepcionados ante la intención de sus responsables. La Noche de Halloween juega sobre seguro como espejismo perfecto: no son pocos los planos, diálogos y situaciones que remiten al clásico de Carpenter, aunque el agradecido bodycount se acerque más a lo visto en ¡Sanguinario! Halloween II o el díptico de Rob Zombie. Para el recuerdo, aquel plano secuencia que acompaña a Myers durante sus sangrientas correrías en el vecindario de Haddonfield. Debe quedar claro que, para bien o para mal, aquí manda el fan service, siendo ésta una película hecha por fans para fans.
Si bien es cierto que La Noche de Halloween no es una película perfecta (chirrían ese tercer acto atropellado o cierto cambio de comportamiento de cierto personaje) ni revoluciona el subgénero, es el slasher más sólido en años, consciente de sí mismo, y el ejemplo perfecto de lo que le pasa a una franquicia de terror cuando es revitalizada por la gente adecuada. El simple hecho de recuperar en la misma cinta a Curtis, John Carpenter y Nick Castle (presente solo en la escena del espejo, aunque James Jude Courtney hace un trabajo espectacular como La Forma) sirve como un valor añadido que hace años era impensable.
En resumidas palabras: es la secuela de Halloween que necesitábamos, y la mejor desde ¡Sanguinario! Halloween II. Michael, te echábamos de menos.