¿Qué es el miedo? Lo que no le perdonas a una peli de terror es que no de miedo, afirmaba recientemente el cineasta Paco Plaza. Y qué razón tiene el valenciano: ¿cuántas veces hemos tenido que dormir con las luces encendidas por culpa de aquella imagen que se nos ha clavado cual cuchillo en la cabeza? El cine es imagen, y el terror, el miedo, se alimenta de ella. Os dejamos una selección de diez planos terroríficos que nos lo han hecho pasar muy mal, no sin antes agradecer a nuestros lectores sus sugerencias vía Twitter:
La noche de Halloween (1978, John Carpenter)
¡Detrás de ti, Jamie! gritaba Randy Meeks en Scream. Y qué razón tenía. En el debut de Michael Myers hay muchísimas imágenes icónicas, pero una que nos pone los pelos de punta es aquella en la que el villano vuelve a alzarse tras una intensa batalla con Laurie Strode (Jamie Lee Curtis). La clave está reside en la perfecta conjunción entre el movimiento robótico de Nick Castle fuera de foco, la fotografía de Dean Cundey y la música de John Carpenter.
El Exorcista III (1990, William Peter Blatty)
El pasillo de una enfermería. Un plano estático de cuatro minutos y medio. La aparición de una figura vestida de blanco con enormes tijeras y un jump scare que nos hace saltar de la butaca. Jamás nos cansaremos de reivindicar la tercera entrega de El Exorcista, dirigida por William Peter Blatty, el creador de la franquicia.
[REC] (2007, Jaume Balagueró & Paco Plaza)
En 2006, Balagueró y Plaza firmaron en secreto una película de terror de bajo presupuesto cuyo destino era incierto. [REC], la primera de una exitosa y arriesgada saga, conectó con los miedos más primitivos del público y ganó su corazón. De entre todas las aterradoras imágenes de este excelente found footage, nos quedamos con la silueta de la niña Medeiros (Javier Botet), una imagen que hiela la sangre.
Funny Games (1997, Michael Haneke)
Con Funny Games, Michael Haneke recalca el impacto de la violencia en la sociedad y muestra al espectador el mal en su estado más puro. Así, dinamita la cuarta pared con esa mirada -y posterior guiño- de Paul (Arno Frisch) en un macabro juego de ¿Frío o caliente? que seguramente no hizo gracia a la PACMA.
Salem’s Lot (1979, Tobe Hooper)
Innumerables son las imágenes icónicas de esta adaptación televisiva del clásico de Stephen King, pero hay una que quitó -y sigue quitando- el sueño a muchos. Aquella en la que cierto vampiro adolescente aparece ante su hermano, arañando la ventana y pidiendo entrar. Tobe Hooper rodó esta escena a la inversa para conseguir el efecto sobrenatural deseado. Funcionó.
El Resplandor (1980, Stanley Kubrick)
Un clásico que no podía faltar. Mucho se ha hablado y teorizado sobre El Resplandor, pero lo cierto es que cualquier fan del género no puede olvidar a ciertas gemelas (interpretadas por Lisa y Louise Burns) que siguen deambulando por el Overlook tras su terrible destino en vida. El encontronazo que tiene Danny Torrance con ellas es de esos que no se olvidan. Gracias, Kubrick.
El Exorcista (1973, William Friedkin)
De nuevo, otra película de la que podríamos sustraer mil imágenes que no nos dejarían dormir. Pero queremos recordar una, que aparece durante un segundo alrededor del minuto 45 a modo de flash. Es el aterrador rostro de Pazuzu, el ancestral ente demoníaco al que se enfrentó el padre Merrin en el pasado y que regresa para tomar el cuerpo de la joven Regan. Bajo tanto maquillaje se esconden las facciones de la actriz Eileen Dietz.
El Proyecto de la Bruja de Blair (1999, Eduardo Sánchez & Daniel Myrick)
El found footage ya se había asomado al cine anteriormente en films como Holocausto Caníbal y Ocurrió Cerca de su Casa, pero no fue hasta finales de los 90 cuando empezó a despegar con ese sleeper llamado El Proyecto de la Bruja de Blair. Había algo especial en aquel miedo en tiempo real, a través de los ojos de unos adolescentes perdidos en un bosque aparentemente maldito. Y qué decir tiene, de ese clímax en la casa abandonada donde Rustin Parr acabó con la vida de varios niños. Los que hayan visto la película (¿quién no lo ha hecho?) ya sabrán que solo hace falta alguien de cara a la pared para encender las alarmas del terror.
Señales (2002, M. Night Shyamalan)
Podríamos dedicar mil artículos a la vida y obra de M. Night Shyamalan, pero de momento nos centraremos en aquella escena de Señales en la que Graham Hess (Mel Gibson) mantiene una conversación con su hija Bo (Abigail Breslin), que no puede dormir. El aviso de la niña de que en el exterior hay un monstruo no es mentira: un alienígena subido al tejado les está observando.
Communion (1989, Phillipe Mora)
Posiblemente la película sobre abducciones extraterrestres más malrollera de la historia. Basada en hechos reales, Communion se inspira en la novela de Whitley Strieber, quien dice haber tenido encuentros alienígenas en los años 80. En el film de Phillipe Mora, un Christopher Walker en estado de gracia interpreta al escritor cuyo primer encuentro con los seres grises -esa media cara que vigila desde el armario- sigue provocando pesadillas.
Fuera del cine de terror, la realidad da más miedo…