Jesse es una chica que llega a Los Angeles, California, para hacer su sueño realidad: convertirse en supermodelo. Pero su juventud y belleza despertará al demonio, y se verá atrapada en un peligroso mundo de envidias y celos en el que las modelos están dispuestas a todo para triunfar.

Director: Nicolas Winding Refn
Reparto: Elle Fanning, Karl Glusman, Jena Malone, Bella Heathcote, Abbey Lee, Desmond Harrington, Christina Hendricks, Keanu Revees.

Después de un estrepitoso fracaso en el Festival de Cannes, Nicolas Winding Refn consiguió remontar en Sitges. El director, aún no pudiendo asistir en persona, presentó su nueva cinta mediante un vídeo. Su última frase fue: La belleza no lo es todo, es lo único. Y es que precisamente de esto es de lo que va a hablarnos: The Neon Demon no es como los demás largometrajes del director en cuanto a contenido pero, eso sí, similar en forma. Por tanto, no hace falta ser un forofo de la filmografía de Refn para que la cinta nos guste. Una cinta con la que debuta, a su manera, en el género de terror.

En esta ocasión Refn va a adentrarse en los entresijos del oscuro mundo de la moda y la obsesión por lo perfecto. The Neon Demon no es un largometraje donde encontremos un argumento muy complejo o un número muy elevado de personajes. Es más: hay incluso personajes, como el de Keanu Reeves, que son completamente prescindibles y lo único que hacen es -hablando en plata- hacernos perder el tiempo.

The Neon Demon le sirve a Refn parar tejer una historia en la que el propio espectador, a partir del uso de metáforas y símbolos, deberá comprender el puzzle emocional de las protagonistas. No hay superhombres como en Drive, ni escenas de acción con peleas coreografiadas. Aquí se habla de envidia, prepotencia, rencor, odio, y de cómo una persona tan inocente como pura puede ser corrompida muy fácilmente. Con esto último, el director demuestra que, con el tiempo, todo se corrompe, incluida la belleza. Y es que la llegada de Jesse (impresionante Elle Fanning) consigue hipnotizar a todo aquel que la mira, cual Medusa de la mitología griega.

Cliff Martinez, compositor fetiche de Refn y autor de la estimulante banda sonora, definió a The Neon Demon como una mezcla de El Valle de las Muñecas y La Matanza de Texas. No es para menos. Más allá de los silencios y las miradas, los sueños se intercalan con la realidad para construir una atmósfera de terror que atrapa con sus garras al espectador. No podemos obviar los ecos de Argento y Suspiria, por la que el director danés profesa especial devoción.

En The Neon Demon, el mundo de la moda no entiende de adornos al estilo Sarah Jessica Parker: es un mundo oscuro donde los siete pecados capitales se convierten en la normativa oficial de las personas que lo habitan.