La Casa al Final de la Calle arranca cuando Elissa Cassidy y su madre Sarah se mudan a un nuevo pueblo. Ante su nueva casa se encuentra la vivienda donde años atrás una niña asesinó a sus padres y desapareció. Ryan, el solitario hermano de la masacre, vive ahora solo en esa casa. La afinidad entre Elissa y Ryan creará malestar en el pueblo y con la propia Sarah, aunque esto solo será el principio de sus problemas.

Director: Mark Tonderai
Reparto: Jennifer Lawrence, Elisabeth Shue, Max Thieriot, Nolan Gerard Funk, Gil Bellows, Krista Bridges, Allie MacDonald, James Thomas, Jonathan Malen, Jon McLaren, Joy Tanner.

Nos encontramos ante una curiosa combinación: Jennifer Lawrence en una obra de terror. La brillante Sinsajo, a la que hemos visto en El Lado Bueno de las Cosas y en las franquicias de Los Juegos de Hambre y X-Men estuvo a las ordenes del londinense Mark Tonderai para protagonizar el film que nos ocupa. Hemos visto a la multitudinaria actriz protagonizando obras épicas, obras con un protagonismo coral e incluso obras dulces. Ver como se desenvuelve en una obra de terror se estima interesantísimo, teniendo en cuenta lo difícil que es defender el rol. La Casa al Final de la Calle tiene cuatro años ya y sus mejores trabajos son prácticamente posteriores, pero eso no quita interés en ver sus primeros pasos en la gran pantalla.

No nos encontramos ante un film de terror puro  y duro. La obra destaca única y extrañamente en dos puntos: la idea en la que se basa el film y el personaje de Ryan (Max Thieriot). La idea o el argumento principal gira alrededor de Ryan y la masacre de su familia. Pasada la presentación inicial, la historia de Ryan empieza a profundizarse y a girar en su parte final con un estilo que se asemeja al de Alfred Hitchcock. El argumento como idea hay que reconocer que es realmente bueno.

En segundo lugar tenemos un sorprendente trabajo en la creación y el desarrollo del personaje de Ryan y en el trabajo interpretativo de Max Thieriot. El joven actor, al que hemos visto en Bates Motel, interpreta al verdadero protagonista de la historia. Se presenta como un personaje solitario en una vertiente más bondadosa que malvada. Ha sufrido una masacre familiar, ha cuidado a su abuela enferma y ahora vive su particular penitencia en la casa donde murieron sus padres. El film se aboca en dar al espectador esa sensación drama personal y moral de Ryan y la interpretación de Max va dirigida en ese aspecto. Todo el empeño que da el film en el personaje y en su sensación de drama moral es el que realmente cala en el espectador y permite desarrollar la idea principal y dar mayor eficacia a los giros argumentales. El actor mantiene ese posado de tormentosa bondad a pesar de los giros que da el argumento mostrando un trabajo interpretativo realmente bueno.Y hasta aquí lo bueno del film.

Jennifer Lawrence interpreta a Elissa, la nueva joven en el pueblo. Su personaje es extrañamente vacío. No desprende nada en ningún momento. Por boca de su madre sabemos que tiene especial afinidad con los chicos necesitados de afecto, pero tampoco desprende eso. Va llenando la pantalla y el propio argumento como un personaje sin desarrollo y sin más aspiraciones que seguir la corriente, a pesar de ser la protagonista teórica. Ni tan siquiera pretende ser el típico personaje plano de una película de terror menor o una luchadora por su mera supervivencia. Hay que reconocer que el film en general y el argumento en particular dedica todos sus esfuerzos en la creación y la profundización de Ryan, olvidándose completamente de ella. Con un argumento que ningunea su personaje y una interpretación vacía, estamos ante un mal trabajo de la actriz.

A pesar de lo expuesto, hay otro punto que llama la atención. Los diálogos, sobre todo en la primera parte del film, son un completo despropósito. Con unas conversaciones abruptas, precipitadas y tremendamente fuera de lugar la obra pretende presentar de forma rápida los personajes y la propia historia y termina provocando bochorno en el espectador.