El Pacto arranca cuando Clara, la hija de Mónica, entra en un coma profundo e inexplicable. Los médicos la dan por muerta, pero un desconocido le propone un pacto: él salvará a Clara pero, a cambio, Mónica deberá entregarle una vida. Mónica acepta y, contra todo pronóstico, su hija se salva. Sin embargo, debe cumplir.
Director: David Victori
Reparto: Belén Rueda, Darío Grandinetti, Antonio Durán «Morris», Josean Bengoetxea, Mireia Oriol
Estamos ante la ópera prima de David Victori. Un director avalado por su galardón en el Youtube’s Film Festival y autor del corto Zero, producido por Ridley Scott y Michael Fassbender, con una importante repercusión internacional. Para este primer trabajo, Victori ha querido darle una vuelta de tuerca a la leyenda alemana de Fausto, un erudito de gran éxito, pero también insatisfecho con su vida, por lo que hace un trato con el diablo, intercambiando su alma por el conocimiento ilimitado y los placeres mundanos.
Este largometraje es un film de buenas y grandes intenciones que no llegan a materializarse con toda la brillantez que se podría esperar. Tenía grandes mimbres para ser una buena película de género pero se pierde en absurdeces, incongruencias e inverosimilitudes que no aportan nada. El Pacto se presenta como una película de terror y suspense, pero el terror brilla por su ausencia y el suspense dura lo que tarda en abrirse el pastel. Algo que ocurre de manera muy prematura e incomprensible, y que provoca que la historia se haga demasiado larga a partir de ese momento. Sin embargo, lo que sí consigue con gran acierto esta película, es ahondar en el espíritu humano. Egoísta, insolidario y sobreviviente por naturaleza. Personas que son capaces de hacer cualquier cosa por salvar a sus seres queridos sin el más mínimo remordimiento por las consecuencias que puedan sufrir otros por ello. En ese aspecto, el amor de Mónica (Belén Rueda) por su hija se lleva la palma.
En cuanto al guión, creo que podría estar mejor estructurado y que tiene algunos agujeros difíciles de pasar por alto. Como acabo de decir, la trama se descubre demasiado rápido; con un ritmo que va de más a menos de una manera estrepitosa; y con un final en modo carpetazo que te deja un sabor de boca demasiado agrio.
El apartado de las interpretaciones es, sin duda, el punto fuerte de esta película. Pero solo si hablamos de las actuaciones protagonistas de la incombustible Belén Rueda y del gran Darío Grandinetti. Sus papeles hacen que El Pacto roce el aprobado. No se puede decir lo mismo del elenco secundario. Lleno de interpretaciones tímidas con demasiado miedo a este género.
A modo de conclusión, debo decir que esperaba más de este largometraje. Especialmente viendo el trampolín desde donde saltaba su director. ¿Merece la pena verla? Sí, aunque solo sea por ver a sus dos grandes protagonistas en acción. Pero por nada más.