Spider-Man 2 (sin duda alguna uno de los mejores films de superhéroes jamás realizados) dejó el listón muy alto a la hora de plasmar las aventuras del trepamuros de Marvel a la gran pantalla, por lo que no fue ninguna sorpresa que la tercera entrega fuera abucheada por la crítica al ofrecer una sobrecarga de personajes y subtramas -la mayoría impuestas por el estudio- que terminaba agotando al espectador. Así las cosas, Spider-Man 3 recaudó en mayo de 2007 más de 890 millones en taquilla, la mejor justificación para que Sony trabajara en más películas sobre el personaje.
Spider-Man 4 fue confirmada en octubre de 2008, de nuevo con Tobey Maguire en el papel protagonista y la dirección de Sam Raimi. Algunos rumores aseguraban que la película se rodaría back-to-back junto a una quinta entrega, una estrategia utilizada en franquicias como Superman, El Señor de los Anillos o Matrix para ahorrar dinero y asegurarse el mismo equipo.
El 11 de enero de 2010, el portal Deadline lanzaba la bomba: «Sony Pictures ha decidido reiniciar la franquicia de Spider-Man sin Raimi ni el equipo de sus películas». El mismo día, Tobey Maguire aseguraba: «Estoy muy orgulloso de lo que hemos conseguido con la franquicia de Spider-Man durante la última década. Más allá de los films he formado algunas amistades que valen mucho. Tengo muchas ganas de ver el próximo capítulo de esta increíble historia».
Varios días de la muerte oficial de Spider-Man 4, Sony anunciaba a Marc Webb como el director del reinicio titulado The Amazing Spider-Man. Unos meses después, Andrew Garfield entraba en el proyecto como el nuevo Peter Parker/Spider-Man. Y el resto es historia.
Nota: los storyboards que acompañan la entrada pertenecen al artista Jeffrey Henderson, que trabajó en la pre-producción de la película.