La historia del terror ha estado plagada de objetos inanimados que mágicamente (normalmente con algún tipo de posesión de por medio) cobran vida con el único objetivo de eliminar a nuestros descuidados protagonistas. Dentro de este extraño subgénero predominan los muñecos, dueños y señores del terror serie B de los ochenta que viven una segunda juventud tras el éxito cosechado por la simpática Annabelle. Pero no están solos: como nos gusta ir más allá, aquí os dejamos una lista de siete objetos asesinos que han protagonizado su propia película.
El Ataque de los Tomates Asesinos (John De Bello, 1978)
Esta producción de bajísimo presupuesto logró convertirse en un clásico de culto entre los amantes de la serie B. Los tomates, hartos de ver como los humanos terminan de forma sistemática con sus compañeros, deciden poner en marcha su sangrienta venganza. La película logró calar hondo entre el público convirtiéndose en una franquicia con tres secuelas y una serie animada. Como curiosidad, la segunda entrega cuenta en su reparto con un joven que os sonará de algo llamado George Clooney.
El Ascensor (Dick Maas, 1983)
Una de las películas más conocidas dentro de este particular subgénero. Dick Maas (Saint, Amsterdamned) es todo un referente dentro del cine de terror europeo, y dentro de su filmografía podemos encontrar este simpático ascensor asesino que promete no tener piedad entre los visitantes de un moderno edificio de oficinas. La película contó con un remake estadounidense estrenado en 2001 bajo el título de The Shaft y con un sorprendente reparto encabezado por Naomi Watts, Michael Ironside y Ron Perlman.
Bed of the Dead (Jeff Maher, 2016)
En esta ocasión es una cama la encarga de ponérselo difícil a los protagonistas de esta alocada historia. Basada en una película de la Full Moon estrenada en 2002 y dirigida por Danny Draven, esta nueva aproximación al inquietante fenómeno de las camas asesinas logró cautivar al público en su estreno. Una de objetos asesinos que nos dio que pensar.
Rubber (Quentin Dupieux, 2010)
El francés Quentin Dupieux (Le Daim) logró convertir a su rueda asesina en todo un fenómeno viral. En esta ocasión es una rueda abandonada que responde al nombre de Robert quien descubre sus destructivos poderes telepáticos y comienza a perseguir a la mujer de sus sueños. Esta rareza venida de Francia combina a partes iguales terror, comedia y sátira, convirtiéndose en uno de los mayores éxitos de los últimos años en el Festival de Sitges (donde hizo incluso acto de presencia).
Perra Bruja (Michael Fischa, 1988)
Su título en español podría hacernos pensar que estamos ante otra clase de producto destinado al público adulto; sin embargo, en esta ocasión quien cobra vida es un moderno gimnasio en el que todas las maquinas cuya única función debería ser mejorar nuestra salud terminan convertidas en un instrumento mortal que convertirá las estimulantes sesiones de ejercicio en una auténtica tortura.
Killer Sofa (Bernie Rao, 2019)
Parece que los directores siguen empeñados en convertir todos nuestros lugares de descanso en amenazantes entes asesinos. En esta ocasión, nuestro sillón asesino es todo un romántico y los crímenes los comete para granjearse el afecto de su amada. Con altas dosis de gore y comedia, parece que este simpático sillón reclinable hará que nos mantengamos al borde de nuestras sillas durante todo el metraje, aunque solo sea por si acaso.
The Drone (Jordan Rubin, 2019)
Las nuevas tecnologías también quieren hacerse un hueco entre los objetos que cobran vida con intenciones homicidas. Siguiendo el ejemplo de Muñeco Diábolico en The Drone es un peligroso asesino en serie quien decide antes de morir almacenar su alma en un dron que se convertirá en la peor pesadilla de una idílica pareja de recién casados.