Sitges 2022. Qué ganas teníamos. De regresar al sitio más parecido al cielo y de abarcar una edición ya anclada en la (nueva) normalidad después de dos años tímidos afectados por la pandemia. No podíamos faltar a la cita y aquí os contamos nuestras impresiones de todo lo que pudimos ver. Y es que los caminos del Auditori, Retiro, Prado y Tramuntana siempre nos van a permitir soñar despiertos. ¿Nos acompañáis?
Sitges 2022 arrancó con la nueva película de Jaume Balagueró y del sello The Fear Collection: Venus. Por supuesto, no podíamos faltar a la cita en un Auditori lleno hasta la bandera, dispuesto a bailar con Lucía (Ester Expósito) en una tour de force del realizador catalán que recupera los códigos formales y narrativos de sus primeras obras y los actualiza de forma satisfactoria, consiguiendo así su mejor obra (y más personal) desde Mientras Duermes (que también estuvo en Sitges hace ya once años). Atentos a Expósito, cuya comprometida entrega se convierte en uno de los puntos fuertes, cada vez mejor conforme avanza el metraje. A pesar de que algunos actores secundarios y ciertos pasajes del guion no terminan de ser del todo sólidos, Venus resulta una agradable sorpresa. Acto seguido fuimos a Retiro para disfrutar de The Breach, la nueva película del mexicano-canadiense Rodrigo Gudiño tras The Last Will y Testament of Rosaling Leigh, y un ejemplo perfecto de que no todas las buenas ideas se ejecutan a la perfección. Hay buenas intenciones, y hay unas ganas admirables de sorprender al espectador. Sin embargo, salvo una galería estupenda de cuerpos monstruosos, lo demás queda en un quiero y no puedo por culpa del presupuesto y, ante todo, de un guion que va de más a menos. Como curiosidad, uno de los productores (y componentes de la banda sonora) es Slash de Guns N’Roses.
La Paradoja de Antares, el debut del artista de efectos visuales Luis Tinoco, fue el siguiente título al que nos acercamos, movidos por la cantidad de cosas buenas que oímos de ella meses antes. Y sí, Tinoco y los suyos estuvieron a la altura de las circunstancias. Esta es una ciencia-ficción lo-fi con corazón, sin la necesidad de subrayar innecesariamente, que busca conectar y dialogar con los espectadores sobre cómo deberíamos aprovechar cada instante de nuestra vida antes de lo inevitable. Andrea Trepat se mueve a través de un único espacio (el centro de control de un radiotelescopio) como un personaje que quiza anteponga la ciencia a una situación familiar grave; es un auténtico placer ver a Trepat en acción, en ese maravilloso trabajo de montaña rusa emocional. No nos movimos de Tramuntana porque teníamos que recibir al legendario Robert Englund y al equipo de Hollywood Dreams & Nightmares: The Robert Englund Story, extensísimo documental sobre la vida y obra del intérprete de Freddy Krueger. Chris Griffiths y Gary Smart han sabido aprovechar los ciento treinta y cuatro minutos de duración con muchísima información ofrecida a través de los testimonios (¡qué ganas teníamos de escuchar a Nancy Englund!) y el metraje de muchas películas y series de televisión. No aburre ni se hace pesado: da lo que ofrece, y teniendo en cuenta que no existía un producto similar, se agradecen mucho estas propuestas. Pocas horas después volvimos a sentarnos (esta vez en las butacas del Retiro) para otro documental. En este caso, [·REC]: Terror Sin Pausa, alegre celebración del film dirigido por Jaume Balagueró y Paco Plaza quince años después de su estreno. Los testimonios del equipo principal y de algunos invitados especiales entusiasmaron a los fans más acérrimos, si bien es cierto que echamos en falta un acercamiento menos tímido a las secuelas. Un título que, sin duda, nos dibujó una sonrisa de oreja a oreja.
Deadstream de Joseph Winter es un divertidísimo tren de la bruja en la era streaming, de ritmo endiablado, que haría feliz al primer Sam Raimi (en concreto el de Terroríficamente Muertos) al mismo tiempo que rinde pleitesía a otros grandes clásicos del found footage. Durante ochenta y siete minutos, Winter, también convincente protagonista, ofrece un más que interesante giro a la típica historia de casas encantadas. Juguetona e ideal para desconectar. De lo que más nos gustó de Sitges 2022, al contrario que Kids vs. Aliens de Jason Eisener (Hobo With a Shotgun), de la que esperábamos mucho más. El film en cierta manera revisita y amplía su fragmento de V/H/S 2, Alien Abduction Slumber Party, aunque se le echan en falta personajes más sólidos y una narrativa más cohesiva, no solo una colección de golpes de efecto y nostalgia ochentera con niños aspirantes a cineastas como en Super 8. Cerdita de Carlota Pereda conforma un soberbio relato anti-bullying que remite al Tobe Hooper de La Matanza de Texas con una Laura Galán más grande que la vida; es en los momentos más salvajes y secos del relato donde la película descubre sus mejores cartas. Una gran sorpresa.
Incroyable Mais Vrai (Increíble Pero Cierto), la primera de las dos películas de Quentin Dupieux de este año, no nos cambió la vida, pero nos hizo pasar un buen rato aun por debajo de las anteriores genialidades de su artífice (huelga decir que el ya mítico ¡Toro! de Mandíbulas seguía escuchándose este año antes de ciertos pases). Con todo, queda hora y cuarto de un entretenimiento al que no hay que darle muchas vueltas, más interesante en su forma que en el fondo. Con Summer Scars (Nos Cérémonies), por otra parte, nos adentramos en un coming of age con la muerte como telón de fondo que une y enfrenta a dos hermanos (en la ficción y en la realidad, Raymond y Simon Baur) a través de un trauma que les marcó de pequeños. La ópera prima de Simon Reith conjura lo mejor del realismo mágico de este año en una propuesta íntima cuya mayor virtud es su brutal honestidad. La decepción vino con el drama de terror ecológico The Knocking (Koputus), festival excesivo de jumpscares del que solo podemos salvar su último tercio y un giro, la verdad, bastante convincente. Había potencial.
La artista visual Ann Oren sorprendió a propios y a extraños con su debut Piaffe, extraordinario estudio de metaforsis (a todos los niveles) defendido por la actriz Simone Bucio en una interpretación de esas que quitan el hipo. La cola de caballo que nace en el cuerpo de la joven protagonista que graba y ajusta sonidos es solo el pretexto; la película cambia a cada minuto y nosotros con ella. Bella, hipnótica, pesadillesca… Quizá no tenga sentido del todo, pero se trata de una de las mejores experiencias de este Sitges 2022.
Y, de nuevo, Dupieux, esta vez con Fumer Fait Tousser (Fumar Provoca Tos). A pesar de una premisa realmente llamativa (un grupo de superhéroes tabaqueros recibe la orden de alojarse en un retiro espiritual para mejorar la cohesión del grupo), uno se da cuenta, confome avanza el metraje, de que en realidad eso queda en segundo plano, y lo que la película nos ofrece es un conjunto de pequeñas historias que se limitan a rellenar el metraje. Historias cuyo interés y gracia se agota pronto, bien sea porque los gags no terminan de funcionar o porque no terminan de redondearse. ¡Lástima!
La película más terrorífica de Sitges 2022, a nuestro parecer, fue Jerk. La historia de Dean Corll, un asesino que a mediados de los setenta, y con la ayuda de dos adolescentes, masacró a una veintena de niños. Terror sin mostrar absolutamente nada -y a la vez todo- a través de la fascinante interpretación de Jonathan Capdevielle. Es esta una película no tanto de sino sobre psicópatas; el uso de marionetas, voces y ruidos de Capdevielle nos golpea en el estómago, nos agarra del cuello y nos asfixia durante poco más de una hora. Es el horror puro y duro del que no podemos escapar. En nuestra cara. Más de quince personas abandonaron la proyección… Por algo será.
Project Wolf Hunting de Kim Hong-sun despertó el lado más festivalero del día. Contentará a aquellos con ganas de carnaza gore, despreocupada y con espíritu de comic over-the-top. No hay que pedirle mucho más a la batalla a muerte entre policías y reclusos en un barco que se ve interrumpida por la aparición de un supersoldado zombie. Si sabemos superar su arranque algo lento, seremos gratamente recompensados. Desde luego, se ganó las simpatías de los espectadores de Sitges 2022.
La madrugada nos tenía reservada dos buenas perlas para acabar el día. Christmas Bloody Christmas es el Halloween meets Terminator meets Robots Asesinos de Joe Begos, un crowdpleaser frenético que no toma rehenes en su premisa: un Santa Claus robótico apuñala, descuartiza y desmiembra a los pobres desgraciados con los que se encuentra. No es la mejor obra de su realizador (Bliss sigue estando en lo más alto) pero qué bien nos lo hizo pasar. V/H/S/99, por otro lado, es una entrega irregular dentro de la franquicia: ni es la mejor (las dos primeras entregas siguen en lo más alto) ni es la peor. Su hilo conductor deja mucho que desear. Eso sí: no te aburres. Nuestras historias favoritas: To Hell and Back y Suicide Bid.
Al despertar, los habitantes de una torre, descubren que su edificio está envuelto en una niebla opaca que obstruye puertas y ventanas mientras una extraña materia oscura devora todo lo que intenta atravesarla. Ese es el argumento de La Tour, memorable cinta dirigida por Guillaume Nicloux con grandes ideas y escenas (que no destriparemos) a la que se tiene que perdonar su interés por abarcar demasiado. Uno termina agotado, pero si se deja llevar en el viaje, puede que haya merecido la pena. Muy bien. Por otra parte, Pearl, precuela de X, se convierte por méritos propios en una de las películas más completas de Ti West; una reformulación de las claves del anterior film con una Mia Goth que, de ser justa la Academia, bien merecería una candidatura al Oscar a mejor actriz.
Halloween Ends (Halloween: El Final): a pesar de algunas decisiones discutibles y forzadas relacionadas con el libreto, y a los que muchos dieron, han dado y darán la espalda, un sólido cierre a la trilogía de David Gordon Green. Una secuela kamikaze, a medio caballo entre Christine de John Carpenter y algunas ideas ya presentadas en las secuelas del film original. Algo decepcionante Viejos, que tiene muy, muy buenas ideas pero que no sabe ni termina de convencernos a pesar de una dirección estupenda y el trabajo del mejor intérprete del reparto, el carismático Zorion Eguileor (El Hoyo).
El penúltimo día se abrió con The Harbinger, una suerte de Pesadilla en Elm Street con la psicosis del COVID como telón de fondo. Una premisa bastante atractiva, con buenas interpretaciones y un guion muy justito que conforma una modesta producción que bien merece su oportunidad. A nosotros nos gustó, al igual que Unwelcome: estupenda factura técnica y artística para una película que, aunque simpática en su naturaleza, no termina de definir su tono, a veces crudo a veces comedia de baratillo. Los fans de Leprechaun y Gremlins pasarán un buen rato.
La recta final de Sitges 2022 estuvo marcada por cinco películas muy distintas. De Speak No Evil diremos que está bien odiarla, porque después del puñetazo en el estómago que nos deja, no seremos nosotros quienes cuestionemos sus valores y aciertos, que no son pocos. Un peliculón en mayúsculas. L’Année Du Requin es una simpática parodia francesa que apunta directamente al Tiburón de Spielberg pero que no sabe realmente en qué aguas nadar, resultando en un mejunje de géneros bastante caótico del que solo se salva la siempre excelente Marina Foïs (también vista este año en As Bestas). Lo nuevo de de Luca Guadagnino, Bones and All (Hasta los Huesos), una road movie de caníbales con ecos a Malas Tierras y Jim Jarmusch, vino para quedarse con nosotros; el viaje de Timothée Chalamet y Taylor Russell es violento y desagradable, pero también lleno de amor y autenticidad. El siempre brillante Mark Rylance aporta el apoyo, pero también el peligro, a la ecuación. De lejos, lo mejor del año. Barbarian, por otro lado, nos demostró su valía como una de las películas de terror más alucinantes e interesantes que hemos visto en mucho tiempo, tan juguetona como imprevisible a todos los niveles. Un regalo para el aficionado del que conviene no saber absolutamente nada. Nuestro paso por Sitges 2022 terminó con, precisamente, la ganadora a mejor película: Sisu, una delicia finlandesa llena de acción, sangre y explosiones que no tiene miedo de abrazar toda clase de esterotipos pulp. El público conectó de inmediato con la propuesta. Al fin y al cabo, ¿quién no va a querer ver a un ejército de nazis siendo reducido a la nada por un soldado veterano de pocas palabras?
¡Gracias por todo, Sitges 2022! ¡Nos vemos el año que viene con más y mejor!
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Secció Oficial Fantàstic a Competició
- Mejor película de la SOFC: Sisu (Jalmari Helander)
- Premio Especial del jurado: Project Wolf Hunting (Kim Hong-sun)
- Mejor interpretación femenina de la SOFC: Mia Goth (Pearl). Mención especial a Natalia Germani & Eva Mores (Nightsiren)
- Mejor dirección de la SOFC: Ti West (Pearl). Mención especial para Tereza Nvotová (Nightsiren)
- Mejor interpretación masculina de la SOFC: Jorma Tomila (Sisu)
- Mejor guion de la SOFC: Premio ex-aequo a Quentin Dupieux (Fumar Provoca Tos & Increíble Pero Cierto).
- Mejores efectos especiales, visuales o de maquillaje de la SOFC: Premio ex-aequo por Irati y Ego. Mención especial a Project Wolf Hunting
- Mejor música de la SOFC: Juri Seppä y Tuomas Wäinölä (Sisu)
- Mejor fotografía de la SOFC: Kjell Lagerroos (Sisu)
Noves visions
- Mejor director de la sección Noves Visions: Gisèle Vienne (Jerk)
- Mejor dirección de la sección Noves Visions: Martika Ramírez Escobar (Leonor Will never die)
- Mejor corto Noves Visions Petit Format: Flashback Before Death (Rii Ishihara & Hiroyuki Onogawa)
Premios Méliès de Plata
- Premio Méliès de Plata a la mejor película de género fantástico: Nightsiren (Tereza Nvotová)
- Premio Méliès de Plata al mejor corto europeo de género fantástico: La machine d’Alex (Mael Le Mée)
Jurado de la Crítica
- Mejor cortometraje de la SOFC: The Newt Congress (Matthias Sahli y Immanuel Esser)
- Premio de la crítica José Luis Guarner a la mejor película SOFC: Something in the Dirt (Aaron Moorhead y Justin Benson)
- Premio Citizen Kane para el mejor director revelación: Michelle Garza (Huesera)
Anima’t
- Mejor largometraje de animación de la sección Anima’t: La otra forma (Diego Guzmán)
- Mejor cortometraje de animación: Ecorchée (Joachim Hérissé)
Òrbita
- Mejor película: H4Z4RD (Jonas Govaerts)
Blood Window
- Mejor película: Huesera (Michelle Garza)
Brigadoon
- Premio Brigadoon Paul Naschy al mejor corto: El semblante (Raúl Cerezo y Carlos Moriana)
Jurado Carnet Jove
- Premio Jurado Carnet Jove a la mejor película SOFC: You won’t be alone (Goran Stolevski)
- Premio Jurado Carnet Jove a la mejor película Sitges Documenta: Jurassic Punk (Scott Leberecht)
Premios SGAE Nova Autoria
- Mejor dirección-realización: Ariadna Pastor (Tornar a casa)
- Mejor guión: Ariadna Pastor (Tornar a casa)
- Mejor música original: Valentín Cremona (Sweet Side)
Premios del Público
- Gran Premio del Público a la mejor película de la SOFC: Irati (Paul Urkijo)
- Premio del Público Panorama Fantàstic: Deadstream (Joseph Winter & Vanessa Winter)
- Premio del Público Focus Àsia: The Roundup (Lee Sang-yong)
- Premio del Público Midnight X-Treme: Sissy (Kane Senes & Hannah Barlow)