Halloween 6 podría haber sido una película muy distinta a la estrenada en 1995, cuyos problemas de producción son más que conocidos para los fans de Michael Myers. La quinta entrega había sido vapuleada por crítica y público, pero el productor ejecutivo Moustapha Akkad no estaba dispuesto a dejar morir su franquicia estrella. Pronto, a su mesa llegarían los guiones de Amor a Quemarropa y Asesinatos Natos, firmados por un tal Quentin Tarantino.
Cuenta el autor de Pulp Fiction: «Cuando Miramax pensó en Halloween 6 (conocida en aquel entonces como Halloween 666), me preguntaron a mí y a mi socio Lawrence Bender qué director podría ser ideal para el proyecto. Propusimos de inmediato a Scott Spiegel, un buen amigo que había co-escrito Terroríficamente Muertos. A Bob Weinstein de Miramax le gustó mucho su película Intruso en la Noche«.
Durante las siguientes semanas, Spiegel y Tarantino comenzaron a hacer brainstorming de ideas: «Creo que hubiera sido muy cercana a la primera película en cuanto a tono. Reconozco que me gusta la cuarta, creo que hicieron un muy buen trabajo. Pero me hubiera gustado volver a los orígenes: que la película fuera inteligente, aterradora».
«Era un tío simpático», dice Spiegel de Akkad al recordar el encuentro entre ambos en abril de 1994. «Fue bastante cauteloso conmigo, pero al final dijo: ‘De acuerdo, echa un vistazo al guión que estamos considerando y quizá, solo quizá, puedas dirigir la película'». El autor de Abierto Hasta el Amanecer 2 y Hostel III leyó el guión de Phil Rosenberg (Rebelión en las Aulas 2) y quedó profundamente decepcionado con el resultado. «Se parecía mucho más a Viernes 13 que a Halloween, y Michael Myers era un vagabundo. Muy cursi, fuera de tono. Me enteré más tarde que Akkad tiró el guión al suelo cuando terminó su lectura». La idea del vagabundo sería rescatada posteriormente (desconocemos si consciente o inconscientemente) por Rob Zombie para Halloween II.
A finales de mes tuvo lugar otra reunión entre Spiegel y Weinstein. Desde luego, las noticias no eran buenas para el proyecto: Moustapha Akkad odiaba el guión, y no terminaba de ver a Spiegel en la silla de director. Éste, al contrario de lo que pudiera parecer, agradeció el no dirigir el film: «Aunque hubiera sido divertido hacer Halloween con Quentin Tarantino, el guión que íbamos a llevar a la pantalla no era el mejor. Yo no necesitaba hacer una secuela de baja calidad».
Joe Chappelle acabó siendo el realizador de Halloween 6, cuyo título final fue Halloween: La Maldición de Michael Myers.
