Entiendo que, al igual que me ha pasado a mí, muchos de vosotros no conocíais hasta hoy la existencia de los cómics de Marvel de Freddy Krueger. Fueron pocos (solo dos), aunque eran cinco los que inicialmente formaban parte de la serie de cómics del icónico protagonista de Pesadilla en Elm Street.

Cuando se estrenó en cines la primera de las películas de la saga de Freddy Krueger, en 1984, yo aún no había nacido. Es más: en el año que yo nací, dieron matarile a Freddy en la sexta entrega, esa que llevaba por título Pesadilla Final. Digo esto porque, aunque la mayoría de la franquicia es anterior a «mi época», esto no ha evitado que, al igual que todos los aficionados al cine de terror, conozca de sobra a uno de los referentes e iconos del cine terror de los 80.

Para que entendamos el contexto de lanzamiento de estos tebeos, tenemos que pensar que a finales de los años 80 los fans del cine de terror eran cada vez más y más, en parte, gracias a franquicias como Viernes 13La Matanza de Texas o la misma Pesadilla en Elm Street. Así pues, tenía sentido que en pleno apogeo del cine de terror y de los cómics de Marvel se publicaran historias gráficas de unos de los «hombres del saco» más famosos del fantástico. El éxito en ventas de los primeros números fue enorme, pero como hemos comentado antes, únicamente dos libros llegaron al gran público; esto fue debido en parte a la presión que existía en la época, especialmente en Estados Unidos, con grupos de padres alzando la voz en contra de películas y franquicias demasiado violentas para sus hijos. Dejaron de producirlos antes de que nadie pudiera decir nada.

Dreamstalker, el único arco argumental que pudimos disfrutar, sirve como secuela espiritual de Pesadilla en Elm Street 3: Guerreros del Sueño y ofrece nuevos e interesantes datos que alimentan la historia de la infancia de Freddy y su madre Amanda. Podemos afirmar que el guión de Steve Gerber es, sin lugar a dudas, bastante superior al de algunas secuelas.

En lo que respecta a la continuación de la historia, del tercer tomo de las aventuras de Freddy Krueger en papel, solo existe esta ilustración:

Los cómics recibieron muy buenas criticas en la época y a día de hoy se considera que tanto la historia que cuentan como el arte de sus portadas (de Joe Jusko) y el arte en blanco y negro de sus páginas (de Rich Buckler, Tony DeZuniga y Alfredo Alcala) están a un altísimo nivel y merecen ser leídos. Podéis encontrarlos aquí si queréis leerlos en formato digital y aún podéis intentar haceros con alguna copia física de los originales.