Crítica: ‘The Girl In the Photographs’ (2015, Nick Simo)

The Girl in the Photographs

The Girl in the Photographs nos presenta uno de esos pequeños pueblos donde nunca ocurre nada hasta que un día un psicópata empieza a masacrar jóvenes, sacando fotografías a los (ya no tan bellos) cuerpos en posiciones que “homenajean” las instantáneas de un celebre fotógrafo local que no perderá la oportunidad de conocer a su nuevor admirador.

Director: Nick Simo.
Reparto:
Katharine Isabelle, Christy Carlson Romano, Kenny Wormald, Mitch Pileggi, Toby Levins, Kal Penn, Miranda Rae Mayo, Claudia Lee, Toby Hemingway, Oliver Seitz, Autumn Kendrick, Luke Baines, Kathryn Kirkpatrick, Eva Bourne, Corey Schmitt.

El slasher quedó huérfano el pasado mes de agosto cuando el maestro Wesley Earl Craven falleció a los 76 años. Craven no solo nos regaló uno de los clásicos fundamentales para entender la historia del este subgénero (Pesadilla en Elm Street), si no que cuando este atravesaba sus peores momentos fue capaz de reinventar sus claves con Scream, otorgándole una segunda juventud para las nuevas generaciones. Tras estrenar en 2011 la cuarta entrega de su saga estrella, su enfermedad le obligó a alejarse de las cámaras, pero eso no le impidió ser fiel al género hasta sus últimos días. Cuando se anunció que Craven iba a producir un slasher que no podía ser más prometedor, nos comenzamos a frotar las manos ante la auténtica vuelta del maestro al género. Con todo a su favor, nada parecía poder salir mal en este proyecto. Sin embargo, tras su inesperado fallecimiento, teníamos esperanzas de ver The Girl In The Photographs como el homenaje póstumo que el icono del terror merecía. No podíamos estar más equivocados.

En su segundo largometraje, Nick Simon (Removal) demuestra sus limitaciones en el terreno de la dirección. Del guión, firmado por él, no se pueden decir muchas cosas buenas: The Girl in the Photographs no solo es uno de los slasher peor escritos de los últimos años, si no que también es una de las historias más pretenciosas que recuerdo. Su continuo intento por retratar con dureza la frialdad del mundo de la moda se vuelve en su contra cuando Simon cae una y otra vez en los tópicos que el mismo critica, convirtiendo su película en un ejemplo de narcisismo descontrolado. Actores solventes y un enfoque más adecuado hubieran permitido a Simon construir una correcta historia que hubiera cumplido de sobra con su cometido. Sin embargo, su obsesión por alcanzar la transcendencia ha transformado una idea con potencial en un auténtico despropósito que termina por convertirse en una broma de mal gusto en su clímax final, que se ríe sin pudor en la cara del espectador.

The Girl in the Photographs está llena de tópicos y convenciones, y un desarrollo de tramas que en la mayor parte del metraje roza el ridículo; con todo esto, el reparto poco puede hacer para salvar la función. Lo decente de su pareja protagonista tiene que lidiar con un elenco de secundarios que parecen haber salido directamente de los peores anuncios televisivos. Sorprende encontrarse a un actor de talla de Kal Penn (House, Cómo Conocí a Vuestra Madre) en una interpretación que merece ser quemada en la hoguera sin la menor piedad. Demos gracias a la magnífica Katharine Isabelle (Ginger Snaps) por la mejor escena de la película, su arranque, que nos promete un resultado mucho mejor del que finalmente obtenemos.

En resumidas cuentas, The Girl in the Photographs es el enésimo intento de crear un slasher rompedor sin tener una base sólida sobre el que poder construirlo. Un esperpento que ni cumple como película de género ni mucho menos cumple como homenaje al maestro Craven.