Crítica de ‘Puñales por la Espalda’ (2019, Rian Johnson)

puñales por la espalda

Puñales por la Espalda evoca, como saltará a primera vista, a Cluedo, ese juego de mesa que en 1985 conoció una adaptación cinematográfica titulada El Juego de la Sospecha y que invitaba a sus jugadores a convertirse en sagaces detectives con tal de resolver un misterioso asesinato. Una sencilla premisa -popularizada por la obra de Agatha Christie– que ahora toma prestada Rian Johnson (Star Wars: Los Últimos Jedi) para dar forma a una entretenida película donde la trama detectivesca traza una perceptible crítica a la forma en la que actualmente algunos estadounidenses tratan a los inmigrantes latinoamericanos que llegan ilegalmente a su país.

Puñales por la Espalda nos convierte en testigos de la investigación realizada por el experimentado detective privado Benoit Blanc (Daniel Craig) tras la muerte del autor de novelas criminales Harlan Thrombey (Christopher Plummer) en un aparente suicidio acontecido horas después de celebrar su ochenta y cinco cumpleaños. Lógicamente, existen razones para sospechar que tal vez se trata de un caso de asesinato encubierto, por lo que no hay que desechar ninguna pista sin importar lo pequeña que pueda parecer.

La trágica muerte del novelista parece sacada de sus propios libros y conforme la investigación avanza, se va complicando más y más con una familia en la que la mayoría de sus integrantes tienen secretos que podrían ser motivos para causar la muerte del viejo patriarca. A raíz de esto se recurre a su enfermera y mejor amiga, Marta Cabrera (Ana de Armas): ella parece ser la única persona involucrada que no quiere sacar un beneficio para ella misma y su intervención puede marcar una diferencia, sobre todo porque es una de esas veces en las que cualquiera podría ser culpable.

Con un sentido del humor un tanto oscuro que resulta hilarante en cada escena en la que está presente y un buen uso de los elementos característicos de las historias en las que se busca resolver un crimen, el director lleva al espectador en una montaña rusa en la que el rumbo cambia cada vez que parece que han llegado las respuestas al misterio en cuestión. Los giros en la trama son inteligentes e inesperados, cada uno llega en el momento indicado para intrigarnos aún más y cada cosa que pasa tiene su razón de ser, aquí nada es una casualidad y con cada minuto que pasa se va formando un rompecabezas cuya resolución llega como un balde de agua fría, y todo lo visto termina teniendo sentido.

https://youtu.be/HA7DVsvOzw8

El guion (también de Johnson) está detalladamente estructurado, de manera que nada se pierde entre las situaciones que tienen lugar en la historia y esto ayuda a que el ritmo sea ágil sin caer en enredos a veces comunes en producciones de este tipo. Se agradece también que la trama, a pesar de ser directa y sencilla de entender, no sea predecible y que no se caiga en ninguna clase de clichés.

Otro elemento a favor de esta película es su atractivo y bien aprovechado elenco, en el cual destacan los trabajos de Ana de Armas como una mujer de la clase trabajadora que es adoptada en cierta forma por una familia adinerada que posteriormente le muestra su verdadera naturaleza, Daniel Craig como un detective al que le falta la rudeza de su James Bond y al que le sobran recursos para descubrir la verdad, Chris Evans como un cínico joven millonario que aborrece a su familia pero que ama el dinero de ésta y Toni Collette en un personaje refrescante que poco tiene que ver con lo que la actriz ha hecho en su mayoría hasta ahora.

Los personajes en pantalla funcionan para hacer un atinado y divertido retrato satírico de la clase alta estadounidense -mención aparte para la escena de la lectura del testamento-, se trata de una burla a los ricos malcriados que han nacido con privilegios sin haber hecho algo por ganárselo y somos testigos de cómo piensan realmente con valores morales que se moldean a conveniencia mientras creen que son los buenos, y que merecen todo aunque no sea así.

Acompañando esa parte del discurso social del filme -que nunca tiene la intención de darnos una lección y utiliza la denuncia como una herramienta narrativa más, que de paso nos hace reír mucho- encontramos una crítica inteligente hacia la manera en la que esa clase privilegiada retratada ve a los inmigrantes hoy en día, dejando claro que para ellos no importa de qué país sean, sino que no son verdaderos estadounidenses.

Puñales por la Espalda es una película que no cae en los lugares comunes de los actuales blockbusters de Hollywood, aunque sí cuenta con un elenco y valores cinematográficos espectaculares. Se trata de una propuesta que resulta fresca en la cartelera, que es inteligente y a la vez entretiene. Su guion es sin duda alguna uno de los más ingeniosos de este año.