Crítica de Insidious: La Puerta Roja (2023, Patrick Wilson)

Insidious La Puerta Roja

Insidious: La Puerta Roja continúa con la familia Lambert casi diez años después de los eventos de Insidious: Capítulo 2. Para poner finalmente a sus demonios a descansar, Josh (Patrick Wilson) y su hijo Dalton (Ty Simpkins), ya un universitario, deben de ir más profundo hacia «el Más Allá» de lo que nunca habían ido, encontrándose con el pasado oscuro de su familia y un sin número de espantosos terrores que se esconden detrás de la puerta roja.

Cuando James Wan estrenó la primera entrega de Insidious allá por 2010, se convirtió rápidamente en una de las mejores propuestas de su tiempo. Su atmósfera terrorífica nos llevó a un más allá donde Dalton se había sumergido gracias a los viajes astrales de los que era víctima y su padre Josh, que tenía la misma habilidad, fue en su rescate.
Ahora, en el quinto episodio, Patrick Wilson toma las riendas y aunque no nos haya dado la peor entrega de la saga… Algo nos sigue debiendo.

Insidious: La Puerta Roja logra envolvernos nuevamente en la oscuridad de su atmósfera onírica, pero abusa un poco de sustos fáciles. La aparición del demonio rojo no logra generar el terror de la primera entrega, aparece muy poco tiempo y aunque logra un papel mayor en un momento dado, no tiene fuerza y termina por irse muy rápido.
Algo a destacar son las actuaciones de los dos protagonistas, Patrick Wilson y Ty Simpkins. La historia recae totalmente en ellos y sus personajes atormentados. Los demás personajes no tienen suficiente peso y ni Rose Byrne tiene un papel relevante en la historia. Las apariciones especiales o cameos se agradecen como mero gesto a fanáticos de la saga y te dibujan una sonrisa al verlos.

Y finalmente, me parece que la relación padre e hijo entre el clan Lambert merecía un tratamiento mejor, algo mucho más emotivo. Uno en el que Dalton por fin podía entender a su padre y el porqué de su actitud en los últimos años. Un momento en el que los dos, ya adultos, podían luchar contra el demonio rojo, contra el más allá. Y sí, ocurre, pero todo es tan rápido, tan plano y tan falto de sentimiento, que llega a decepcionar.

En resumen: Insidious: La Puerta Roja es una buena entrega de la saga. A secas. Terror clásico y entretenido, nada más, ideal para fans de la saga.