Crítica: ‘Croatian Files’ (2015, Juan Javier Torres Faba & Miguel González Ortiz)

Croatian Files

Croatian Files nos presenta a Dani y Carlos, dos estudiantes universitarios que se encuentran disfrutando de su Erasmus en Zagreb, Croacia. Un día, descubren un disco duro perteneciente a los dos estudiantes que estuvieron en su misma residencia antes de que llegaran ellos, Teo y Kike. El disco está lleno de vídeo en principio inconexos, pero que guardan un misterio que poco a poco tendrán que desentrañar los protagonistas. Sin embargo, desde que Dani y Carlos empiezan a subir los vídeos encontrados a Youtube, parece que la misma amenaza que sufrieron Teo y Kike empieza a perseguirles también a ellos. Una amenaza sin rostro, de cara blanca y de traje negro, que parece haber encontrado dos nuevas víctimas.

Director: Juan Javier Torres Faba & Miguel González Ortiz.
Reparto: Miguel González, Juan Javier Torres, Pablo Miranzo, Fran Esteva.

Hoy os traigo la reseña de Croatian Files, una webserie que me llamó mucho la atención por el tema que trataba y que me enganchó a los pocos episodios. Eso por no hablar del miedo que te hace pasar en apenas tres minutos por capítulo. Tal vez se deba a que el villano principal -y su mayor atractivo- no podía estar mejor escogido: el inescrutable y terrorífico Slenderman, el mayor y mejor representante de los creepypastas (leyendas urbanas nacidas y difundidas por Internet) cuyo aspecto físico (muy alto, sin rostro, cara blanca y traje negro) se ha convertido en un icono para los más jóvenes.

Poco se sabe del verdadero origen y motivos que mueven a este personaje, siendo el misterio uno de los grandes atractivos que rodea a los creepypastas; al ser mitos creados por la comunidad de Intenet, formados por muchas y muy diferentes aportaciones, existen pocas certezas respecto a estos monstruos. Es su gran magia y encanto. Pero en el caso de Slenderman basta con decir que le encanta torturar mentalmente a sus víctimas, a los que puede acosar durante años hasta hacerlos caer totalmente en la locura. Cosa que va sucediendo con Teo y Kike

La historia te atrapa desde el primer vídeo, que se lanza a por el espectador con el primer gran susto que presenta a modo de advertencia. En el primer archivo, Teo y Kike tienen su primer encontronazo con “la criatura” y a partir de ahí se desencadena la tragedia. Empiezan a pasar cosas raras a su alrededor, los vídeos que graban se estropean en ciertos momentos y ellos empiezan a volverse cada vez más huraños, más enfermos, pero no saben exactamente por qué. Lo único que pueden hacer es ir siguiendo pistas en busca de alguna explicación, mientras tratan de resistirse a la constante paranoia que sufren.

El formato de documental falso siempre me parece un acierto para el terror y mucho más para el terror amateur, porque ofrece más naturalidad a la serie y ayuda a justificar muchos momentos. En este caso en concreto, los vídeos se graban porque Teo y Kike estudian Comunicación Audiovisual y llevan todo el día una cámara a cuestas por pura necesidad, así que un toque más profesional rechinaría. Y el found footage (metraje encontrado) a mí personalmente me encanta, porque da muy malas vibraciones ya desde el principio. El espectador consigue ponerse en la piel de quien encuentra las grabaciones de la forma más casual posible y siente que, si dichos vídeos no están en manos de su propietario, es porque sin duda algo malo le ha ocurrido. Otro incentivo más que invita a ver este tipo de formato. Los vídeos son muy breves, cosa que también se agradece. No hay tiempo para relleno y todo lo que se ve es necesario; no hay nada que sobre. Además es mejor así si lo que se busca es tener al espectador en tensión, esperando ese susto que siempre llega pero nunca del modo que uno se espera.

Los actores, para ser aficionados, lo hacen realmente bien y resulta muy creíble. Teo y Kike viven la misma experiencia, pero los dos son diferentes y actúan de manera distinta. No son simples clones que reaccionan igual ante lo que ocurre y eso le da mucha naturalidad a los personajes. Además de ellos hay otro personaje que aparece bien avanzada la serie y que a mí me gustó mucho. Me resultó muy curioso y acaba resultando más importante de lo que parece. 

Por otro lado, también me ha gustado que apenas se hayan centrado en el misterio que rodea a Slenderman. Realmente la historia que cuentan es la de Kike y Teo, pero no la de la criatura. No explican su origen, ni por qué hace lo que hace, ni por qué acosa a ciertas personas y a otras no. Y es un acierto, porque realmente en la cultura popular poco se sabe del personaje, así que es mejor dejarlo estar. No hay leyendas fiables sobre este monstruo y es tan válida tanto una como todas las demás. Así que este enfoque es mucho más práctico y más respetuoso con la realidad. Es mejor mantener ese misterio en torno a Slenderman que intentar explicarlo sin saber muy bien cómo hacerlo y ofreciendo un resultado poco realista y chapucero. Además, si los protagonistas no saben nada acerca de él, ¿por qué tiene que saberlo el público?

Si no me equivoco, Croatian Files es la primera webserie española en centrarse en Slenderman, aunque no la primera a nivel internacional. La que marcó el camino fue Marble Hornets, que también se encuentra en Internet. A ella le siguieron otras como EverymanHYBRID o DarkHarvest00. La única que he visto y de la que puedo hablar es de Marble Hornets, pero me ha gustado bastante menos que Croatian Files. Para empezar, es muchísimo más larga (creo que llega a los noventa y tantos capítulos) y el espectador se pierde. Estas series se basan mucho en los sustos y en la investigación; es decir, recurren más a las imágenes que a los diálogos. Por lo tanto, hacer una serie del estilo tan larga acaba pasando factura, porque se pierde el hilo y poco se recuerda de lo anterior. Además, al extenderse tanto hay muchísimo relleno y acaba resultando muy pesada.

Y esto es todo por hoy. Os adjunto el primer episodio (aquí el canal oficial), por si queréis echarle un vistazo. Espero que os guste mucho y que os animéis a verla de noche, totalmente en silencio y con las luces apagadas. Notaréis la diferencia.