Crítica: ‘Cementerio Viviente 2’

Crítica: ‘Cementerio Viviente 2’

Durante el rodaje de una película, su protagonista muere trágicamente. Su marido Chase y su hijo adolescente Jeff deciden abandonar la gran ciudad e instalarse en un pueblo de Maine, donde el padre ejercerá su profesión de veterinario. Allí Jeff conoce la historia sobre el cementerio maldito que devuelve la vida a los muertos. Cuando el padrastro de su amigo Drew, el alguacil del pueblo Gus Gilbert, mata a su perro, los chicos lo entierran en el cementerio indio.

Director: Mary Lambert.
Reparto: Edward Furlong, Anthony Edwards, Clancy Brown, Darlanne Fluegel, Lisa Waltz, Jared Rushton, Sarah Trigger, Jason McGuire, Jim Peck, Lucius Houghton.

Después de su exitoso paso por taquilla, era de esperar que la segunda parte de Cementerio Viviente se rodase tarde o temprano. Con Mary Lambert de nuevo dirigiendo, Cementerio Viviente 2 vuelve a repetir esquema pero esta vez añadiendo ciertos elementos interesantes en la relación que mantienen los personajes principales. Tenemos a un chico que no acepta la muerte de su madre, una actriz de renombre que fallece a causa de un fatal accidente durante el rodaje de una película. Tenemos al padre del muchacho, que no logra tener una relación normal con su hijo, quizás porque este lo culpa del fallecimiento de su madre- o quizás porque el amor que Jeff siente por su madre sea el único amor que ha sentido por alguien- Tenemos a su amigo, un chico solitario y melancólico que tiene una pésima relación con su padrastro, quien parece que disfruta torturando al muchacho y quien tiene una relación  de pareja con la madre de este marcada casi en su totalidad por el sexo que comparten juntos…

Quizás lo más interesante de Cementerio Viviente 2 es observar como los elementos poco a poco van derivando en la fatal tragedia que llega a acontecer. Como si se tratara de un castillo de naipes que al poner la última carta se destruyera todo a una velocidad realmente aterradora.  Para que una segunda parte funcione, a demás de intentar rodar bien las escenas cumbre, ya que son quizás las escenas que pueden acentuar ciertas diferencias con la original, se tiene que ser consciente y honesto con la propuesta en sí. En el caso que nos ocupa, creo sinceramente que Cementerio Viviente 2 es una buena secuela. En primer lugar porque sigue dando mal rollo. En segundo lugar porque intenta dar cobertura a situaciones y relaciones entre los personajes de manera diferenciadora al contrastarlo con el primer filme. En tercer lugar porque el guión intenta dar cabida a un contexto social muy interesante que tiene que ver con las relaciones tirantes entre los personajes, que esconden a su vez una intensa lucha de clases o status que muchos creen merecer, o bien intentan desmerecer a quien lo tiene.

Otro punto que se merece un párrafo entero para el análisis, tiene que ver con la extraña relación del protagonista con su madre, resulta muy intrigante observar la veneración y fascinación que el personaje de Renee Hallow tiene por parte de su hijo Jeff. Detrás de todo ese cortejo hiriente -y del síndrome de Edipo– encontramos no pocos matices al respecto. E incluso quizás unos celos desmedidos por parte del padre quien en el fondo es consciente de dicha situación y por ello sufre un bloqueo que le impide acercarse más a su hijo…

Cementerio Viviente 2 es más compleja de lo que a primera vista pueda parecer. Argumentalmente es un filme que sigue el patrón clásico de las segundas partes, que no es otro que el de repetir el original, pero en este caso tanto el guión como los matices que presenta, consiguen dotarla de cierto aliento independiente que la hace andar por sí sola.

A demás posee para un servidor una de las secuencias más extrañas y perturbadoras que recuerdo. Y que no es otra que la que tiene lugar en el desván entre Jeff y su madre. La metáfora es clara, la muerte nunca se supera y el cuerpo consumido por los elementos desaparece sin dejar huella…