Crítica: ‘Absentia’ (2011, Mike Flanagan)

Crítica: ‘Absentia’ (2011, Mike Flanagan)

Absentia sigue la historia de Tricia, una mujer cuyo marido desapareció  hace siete años, por lo que las autoridades deciden darle por fallecido. La hermana menor de Tricia, Callie, decide irse a vivir con ella mientras ésta trata de seguir adelante con su vida. Pero Callie es reacia a creer que el marido de su hermana haya muerto y se pone a investigar, hasta que encuentra un misterioso túnel cerca de la casa, un túnel que parece estar vinculado a otras misteriosas desapariciones.

Director: Mike Flanagan.
Reparto: Katie Parker, Courtney Bell, Dave Levine, Doug Jones, Morgan Peter Brown, Justin Gordon, Ian Gregory, Connie Ventress, Erin Cipolletti.

El miedo es un mecanismo de nuestra propia mente que nos ayuda a sobrevivir frente a un peligro, que en la mayoría de las ocasiones es producto de nuestra propia imaginación. Esto es algo que parece haberse olvidado y es que en los últimos años, los avances técnicos nos han conducido a una moda en la que se apuesta por ser lo más explícito posible como única solución para provocar que el espectador sienta auténtico pavor.

Dentro de esta vorágine de cine espectáculo debemos dar gracias de que aún queden directores como James Wan, Ti West o Mike Flanagan, que apuestan por construir sus historias entorno a una asfixiante atmósfera en la que se insinúa más de lo que se muestra, dejando que sea la propia mente del espectador la que cree sus propias pesadillas. Todos conocemos títulos de la talla de Insidious, Oculus o La Casa Del Diablo que gracias a sus perturbadoras historias se han convertido en cintas de culto instantáneas. Sin embargo, la gran joya escondida dentro de las filmografías de estos directores es Absentia, el debut en la dirección de Mike Flanagan que con un irrisorio prepuesto de 70.000 dólares logró crear una de las cintas más terroríficas de lo que va de siglo.

Absentia cocina a fuego lento una perturbadora historia en la que la cordura de nuestros protagonistas será cuestionada en todo momento, introduciéndonos en un demencial universo en el que la perdida y la soledad se convierten en pilares fundamentales de las vidas de nuestros personajes. Flanagan aprovecha a la perfección sus recursos, apostando por el uso de los tan temidos jump scares de una forma nada forzada, demostrando que este recurso bien utilizado puede convertirse en una pieza fundamental dentro de la construcción de una opresiva atmósfera que mantendrá al espectador al borde su asiento en todo momento.

Flanagan nos recuerda que la premisa de Tiburón era correcta, recordando una vez más que los monstruos son más terroríficos cuanto menos los veamos. Todo el universo que rodea al túnel protagonista de nuestra historia y a los individuos que en él habitan es tan terrorífico como nuestra mente pueda llegar a imaginar, ya que el director juega con el espectador mostrándole pequeños detalles que hacen que sea su imaginación la encargada de rellenar los huecos en blanco desatando sobre ellos sus peores pesadillas.

El reparto cumple con nota, destacando la realista interpretación de su pareja protagonista formada por las desconocidas Catherine Parker y Courney Bell. Mención especial para el magnífico cameo del legendario Doug Jones, quien vuelve a conseguir ponernos los pelos de punta con apenas un par de minutos en pantalla. El trabajo de maquillaje es sensacional y la fotografía de Rustin Cerveny le da a la cinta un aire casi documental que ayuda al espectador a sumergirse por completo en la trama.

Absentia no será recordada más que por un puñado de aficionados al género que disfrutamos desenterrado pequeñas joyas olvidadas. Sin embargo, como alguien que ama el género incondicionalmente puedo decir que el debut en la dirección del señor Flanagan es una de las cintas más terroríficas que recuerdo y no me cabe duda alguna de que estamos ante una de las mejoras cintas de terror de lo que llevamos de siglo. Una auténtica maravilla no podeís dejar escapar.