ACTUALIZACIÓN: Os remitimos a la nota de prensa oficial de la nueva Cannon Films.
Increíble, pero cierto. La mítica Cannon Films resurgirá de sus cenizas gracias a Richard Albiston, un joven productor que trabajó durante años con el ex-jefe de la compañía Menahem Golan.
La nueva Cannon Films (web oficial) reforzará los ideales de Golan y su primo Yoram Globus, priorizando las ideas del artista y dándole completa libertad para llevar a cabo su visión, un acercamiento único que no se encuentra en ningún lugar en la industria actual. Así, se producirán nuevas -y baratas- películas acordes con el espíritu de la compañía.
Albiston no ha perdido el tiempo y ya prepara los siguientes títulos: American Ninja Apprentice, Writer’s Block, The Leopard Hunts at Midnight, Zombi! They Live!, Daniel Farson’s Curse, U.S. Sniper, Jewel of the East (otra aventura de Allan Quatermain) y Return of The Delta Force. La cuestión es: ¿se harán?
Como ya sabéis, la Cannon original produjo cientos de películas durante sus veintisiete años de vida (1967 – 1994). Fundada por Dennis Friedland y Chris Dewey con el objetivo de producir versiones americanas de películas porno suecas, a finales de los 70 fue vendida a Golan y Globus; el periplo de los primos israelíes es el más recordado por la historia del cine, por la cantidad de películas producidas a precios irrisorios (tanto las realizadas, como Yo Soy la Justicia, Masters del Universo, La Matanza de Texas 2 o Superman IV, como las no realizadas) y por la cantidad de famosos que se pasearon: Jean-Claude Van Damme, Chuck Norris, Charles Bronson o Sylvester Stallone, entre otros. Electric Boogaloo: La Loca Historia de Cannon Films (distribuido en España por Cameo) y The Go-Go Boys: The Inside Story of Cannon Films son dos documentales imprescindibles para entender, desde distintos puntos de vista, el funcionamiento y posterior legado de la compañía. Porque, como dijo Golan en su momento, «Si realizas películas americanas con un comienzo, un nudo y un desenlace, con un presupuesto menor de 5 millones, deberías ser un idiota para perder dinero».