A la hora de analizar la franquicia Halloween creada por John Carpenter y Debra Hill, muchos ignoran la nada desdeñable Halloween III: el Día de la Bruja por el simple hecho de no tener a Michael Myers repartiendo puñaladas a diestro y siniestro. Sin embargo, desde aquí queremos darte cinco razones por las cuales no deberías perderte este estupendo clásico ochentero que Joe Dante estuvo a punto de dirigir.
5) Es una nueva propuesta
John Carpenter y Debra Hill se pusieron a trabajar en Halloween III dando por concluida la historia de Michael Myers, Laurie Strode y el doctor Loomis en la anterior entrega. Así, El día de la bruja sería la primera de una serie anual de películas ambientadas en la Víspera de Todos los Santos. Pero el público no se hizo a la idea y tras el batacazo crítico y taquillero de la película que nos ocupa, los productores regresaron a Myers en la cuarta entrega (estrenada seis años después).
Pero Halloween III no necesita al maníaco de la máscara blanca. Se vale por sí misma. Nos encontramos ante un estupendo film deudor de La Invasión de los Ladrones de Cuerpos (ese homenaje al pueblecito de Santa Mira) en su estructura del que no pueden -ni deben- perderse esos dardos críticos hacia el consumismo americano. Un material que a decir verdad es mucho más interesante que la mayoría de secuelas posteriores, centradas única y exclusivamente en ampliar el número de cadáveres.
4) Tiene al mismo equipo de las anteriores
Halloween III: el Día de la Bruja cuenta con gran parte del equipo que hizo posible las dos primeras películas, algo casi inaudito teniendo en cuenta otras franquicias de género. Ya hemos mencionado a Carpenter (productor, guionista y compositor) y Hill (productora), pero no debemos olvidarnos de las actrices Jamie Lee Curtis (su voz avisa el toque de queda), Nancy Kyes (Annie en Halloween y Halloween II, aquí Linda Challis), el especialista Dick Warlock (Myers en Halloween II, un asesino de Cochran en Halloween III), el director de fotografía Dean Cundey, los productores Moustapha Akkad e Irwin Yablans o el director Tommy Lee Wallace, actor, editor y chico para todo de la película original.
Como veis, la calidad está ahí. No se puede decir lo mismo de muchas franquicias hermanas, cuyo equipo principal se desentiende conforme avanzan las secuelas.
3) Su increíble banda sonora
Uno de los puntos fuertes de Halloween III: el Día de la Bruja reside en su banda sonora, un viaje tenebroso guiado por los sintetizadores de John Carpenter y Alan Howarth. Ambos ya habían trabajado anteriormente en 1997: Rescate en Nueva York y Halloween II.
De entrada, el tema principal promete una partitura aún más pesimista, oscura y decadente que la de las dos películas anteriores, sin necesidad de hacerse repetitiva. Y así es: temas como Chariots of Pumpkins, Drive to Santa Mira, Challis Escapes o A Pleasure Doing Business son tan distintos entre sí que refuerzan la gran tarea (y talento) de sus compositores.
2) Tiene a Tom Atkins de protagonista
La Niebla, 1997: Rescate en Nueva York, Creepshow, El Terror Llama a su Puerta, Maniac Cop, Arma Letal… Los ochenta fueron de Tom Atkins, actor polifacético cuyo carisma le llevó a papeles de héroe accidental.
En Halloween III, Atkins es Daniel ‘Dan’ Challis, un doctor de cabecera divorciado y propenso al alcohol que, sin comerlo ni beberlo, se ve involucrado en el maléfico plan de Conal Cochran. Estaba claro que el personaje necesitaba a un actor a la altura, y el de Pittsburgh lo defiende con una soltura que asustaría al mismo Michael Myers.
1) El terror puro y duro
A día de hoy, Halloween III: el Día de la Bruja sigue poniéndonos los pelos de punta. Más allá de las ojos arrancados, de la cantidad de niños muertos, de los robots asesinos y de ese clímax desalentador, tenemos la película perfecta de Halloween. La ambientación malsana dibuja al film de Lee Wallace como el más oscuro de la franquicia. Uno que merece la pena rescatar desde ya.