El triste fallecimiento de la actriz Carrie Fisher el pasado 27 de diciembre nos dejó con la incógnita sobre el futuro de la Princesa Leia en las próximas entregas de Star Wars. Fuentes cercanas a The Hollywood Reporter han revelado que la actriz ya había terminado de rodar Star Wars: Episodio VIII, que llegará a los cines el próximo 15 de diciembre. Algunas de sus escenas la reúnen con su hermano Luke Skywalker (Mark Hamill) y su hijo Kylo Ren (Adam Driver). 

Sin embargo, el rol de Leia era mucho mayor en el Episodio IX de Colin Trevorrow, cuya fecha de rodaje aún está por anunciar. El director de Jurassic World tendrá que viajar a Los Angeles para reunirse con Kathleen Kennedy de Lucasfilm y decidir qué hacer con el personaje.

Las opciones son varias: optar por el CGI -así es como Lucasfilm «revivió» a Peter Cushing y rejuveneció a la misma Fisher en Rogue One– o reescribir y/o volver a rodar sus escenas, reduciendo el papel del personaje para salvar el pellejo.

Lo que está claro es la cifra que cobrará Disney por la muerte de la actriz: 50 millones de dólares por una póliza de seguros con Lloyds.