El I Salón del Cine y las Series ha tenido lugar en La Farga de L’Hospitalet de Llobregat este pasado fin de semana (29, 30 y 31). Esta convención dedicada a los amantes e incondicionales partícipes del audiovisual, regala a Barcelona una nueva fecha de diversión para los cinéfilos como nosotros. La ciudad, por lo general, ya tiene mucho espacio para sus frikis y no solo hablo del Salón del Manga, la Japan Week o el Salón del Cómic, que son grandes eventos anuales, sino también de todas las pequeñas propuestas que aparecen. Pero tengo que admitir que esta apuesta la esperaba con ilusión y muchos no hemos querido perdernos la oportunidad.
Se distribuyeron, entre los tres días del I Salón del Cine y las Series, mesas redondas con directores, guionistas y actores nacionales, charlas, coloquios y presentaciones de libros. Pero no contentos con eso, incluso se proyectaron capítulos de series en exclusiva y films (siempre a última hora). Podéis echar un vistazo a todo lo que los organizadores tenían preparado haciendo click aquí. Algunos de los grandes asociados fueron el propio Festival de Sitges, Sensacine, Fotogramas o Canon.
Además, por supuesto, de muchas actividades variadas como talleres de bodypaint, Bollywood, Stop Motion, Sombras Chinas, un concierto de bandas sonoras por la Orquesta Sinfónica del Vallès y el concurso de cosplay, que nunca está de más. También han tenido su presencia televisiones como AXN, TNT o AMC, escuelas de cine de Barcelona, productoras y servicios variados de alquiler de materiales, respaldados por la presencia de Fujifilm o Canon.
¿Cómo experiencia? Bueno, queridos, el diseño de su página y su difusión prometían bastante. Ha conseguido crear un diálogo entre creadores y consumidores y no se ha quedado, como temía, en un mero expositor de tiendecitas de merchandising. En el epicentro de esta locura de tenderetes de steam punk, exposiciones y escuelas de audiovisual, estaba el objeto más importante de todo el salón, la sección de Crowdfunding.
Este I Salón del Cine y las Series presentaba un sistema de mecenaje a través de la compra de tu entrada. Los agradables señores de naranja nos dieron un código QR que equivalía a un euro para ofrecérselo al proyecto que más nos agradara. Lo demás corría de nuestra cuenta y de las opciones de la campaña de cada grupo.
Hablemos ahora un poco de los proyectos que se presentan porque, ¡sí!, la gran mayorías de ellos se cerraban en torno al thriller y la fantasía. Todos en dos largas filas de mesa y sirviendo de rotonda de la circulación del salón, a ratos acompañados por los zombies que maquillaban las escuelas de maquillaje, los proyectos acampaban con sus teasers, atrayentes concursos y agradables participantes. Algunos hasta con gominolas.
El más vistoso, quizá, el proyecto que involucra a Macarena Gómez: Bicho, un cortometraje reflexivo sobre el parásito que supone el propio audiovisual. Es plástico, contundente y vistoso, muy interesante. Para qué vamos a negarlo. Tengo que admitir que no sólo me llamó la atención el hecho de que el bicho fuera como una especie de metáfora de aquello que observamos pasivamente, como todo, sino que el hecho de que estuviera en una piscina me fascinó. Un puntazo ver al padre planchando en la calle. Al padre. Punto, señores, punto.
No me pasó por alto la fuerza de La Esfera, un largometraje de Héctor García y Olga Navarro que cuenta la historia de unos niños que encuentran una esfera que les hará viajar en el tiempo y que me recordó a Los Goonies. ¿Quién no disfrutó con aquellos condenados niños? Mezclando ciencia ficción y suspense, este grupo de niños atraviesa aventuras como una especie de Verano Azul gone wrong.
Interesante, también, el proyecto que presenta Uroboros, donde el thriller psicológico y el humor negro dan paso a otro inefable cortometraje que versa sobre el eterno retorno. Un policía emperrado, una fábrica abandonada y quizá un buen meneo a vuestras neuronas.
¿Mi favorito?
El Beso Azul, un largometraje muy interesante que podríamos llegar a ver en el Festival de Sitges 2017 que profundiza en la relación del ser humano y la muerte a través de un beso. Cuando a la protagonista le besa un loco en un club y se contagia con un hongo que sólo ataca a los cadáveres, el chunguele empieza a ser interesante. La muchacha, que está a punto de casarse, indagará en el asunto hasta descubrir cuál es la raíz de que ese beso la esté pudriendo.
Además, las exposiciones nos dejaron con ganas de más. Pudimos ver atrezzo replicado y original de sagas como Star Wars, Indiana Jones, Doctor Who, Juego de Tronos, James Bond, Terminator (¡Salvation! ¡El brazo de Terminator Salvation!), y muchos otros más.
Me llegó a la patata ver un expositor dedicado en exclusiva a los muchos carteles que hicieron para la saga [REC]. Y es que los carteles y los diseñadores gráficos han tenido mucha presencia en este salón. Podíamos ver también una sección dedicada a los juegos: desde los eternos juegos de mesa hasta la realidad virtual pasando por viejas máquinas arcade y consolas y PCs.
También han tenido espacio los actores y equipos de doblaje, uno de los pilares importantes del consumo de audiovisual en España y también uno de los más cuestionados (apunte gafapasta legendario: yo es que veo el cine coreano en original y sin subtítulos).
Era agradable ver a familias enteras dando vueltas por este I Salón del Cine y las Series, participando y disfrutando. Y es que, para todo aquel que me lea y piense que jamás podrá volver por allí cargado de niños, dejadme que os avise: ¡hay sección infantil! Es decir, mini-guardería. Este año (por supuestísimo) Elsa y Anna de Frozen se encargaban de supervisar a los niños de los padres que querían darse una vuelta. No me sorprendió, pues, que muchos otros niños vistieran encantados disfraces de sus personajes favoritos, acompañados por aquellos adultos a los que nos encanta el cosplay.
La experiencia ha sido, en muchos sentidos, interesante y revitalizadora. No sólo conseguí ver exposiciones, ofertas de merchandising, rebuscar entre los viejos libros de cinefilia para la universidad y hacerme un montón de friki-fotos; sino que también tuve espacio para disfrutar de coloquios sobre el audiovisual actual o ver el primer capítulo de The Shannara Chronicles en directo. Pude hablar con mucha gente del sector, conocer proyectos nuevos y ver cómo se les daba voz. ¿Puede ser que en próximas ediciones veamos focos temáticos, algo así como en el Festival de Sitges? Un año en el que sobresalga un género o un tipo de películas o …. Siento como si aún le quedaran cosas por asentar, es cierto.
¡Peeeero….! Me quedo con la gente haciéndose fotos con la Mini-Reagan que estaba justo delante del expositor de la Asociación de Star Wars de Barcelona; con la asociación de actores dejando caer un par de zombies que andaban gruñendo al personal, con los dos Predators sujetando el Goya en el aparador del Instituto del Cine de Madrid mientras un par de incautos intentaban repetir la dichosa escena de El Resplandor y, finalmente; me quedo con la sensación de haber asistido a una conversación de muchos intereses.
¿Y a vosotros, qué os ha parecido este I Salón del Cine y las Series de Barcelona?
